domingo, 5 de junio de 2011

Mi poder

Lef era un animal más en aquella lunática tierra de argamasa, teclas y hologramas. Como todos, un chip incorporado en su cerebro le era suficiente para recibir y memorizar la información expuesta a sus ojos de cristal y lentejuelas, un adorno perfecto en las cuencas vacías de quien por muchos años no accedía a la humanidad. Podía decodificar, calcular, traducir, computar...un “tecnóloco” y tonto analfabeta funcional…

Sin embargo, su precaria existencia maquinal guardaba vacíos incomprensibles, carecían las relaciones entre sujetos, puntos aparte en la cosmogonía frágil y caótica de aquel lugar. Aun así, en medio de la crisis, fuerzas ajenas a su rareza lo impulsaban a escudriñar, indagar en las cisuras del pozo abismal, culto diseñado por sus ancestros en la época del hombre-humano.

Merodeó en la profundidades del hoyo percibiendo ocasos, amaneceres y eclipses, hasta que encontró un objeto desconocido e incomprensible para él, unas solapas color cedro, finas hojas desvencijadas y corroídas por la historia cuyo tono ocre las hacían diosas que emanaban luz y sal… ¿Qué es esto? –Se preguntó-, tomó aquel artefacto en sus adustas manos y el paraíso inundó su ser.

Contempló despertares, maravillas, vidas, pensamientos, palabras, sonidos, imágenes, sensibilidades, continentes, sentires…placer… la conciencia del mundo y el pensar cobraron valor al palpar un libro que guardaba en su portada un adagio antiguo que decía “Mi poder los salvará”. Realmente salvó a Lef de la muerte intelectual y el perecimiento de su carne.

De repente y tras ese encuentro mágico con un modo de manifestación del ser, recordó de sus ancestros la facultad de leer y comenzó: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho tiempo...”

lunes, 2 de mayo de 2011

De una simple realidad

Noche tras noche seguía aguardando en aquel estrecho catre rodeado de anaqueles que han de anunciarle su repentina muerte. Cada mañana intentaba tomar un nuevo respiro cuyo nexo con la alegórica presencia de un dios en medio de la tierra le otorgaba el don de acabar con sus precarios problemas...Sin embargo, hoy no era un día como todos...

El ocaso había iniciado su ausencia de manera inconmesurable, no sólo llovía, también y lentamente cada parte de la ciudad se desgarraba en crujidos y gritos despavoridos en busca de un minuto de refugio y otros tantos de fama, los rostros gélidos de nichos, nidos y niños nauseabundos paseaban intransigentes en medio de prostíbulos y universidades de garaje, supuestamente llamadas privadas.

Él esperaba aún desde la ventana, no creía que la supuesta y pavoneante globalización trajera consigo fenómenos del calibre de Transmilenio, que el socialismo salvaje siguiera validando brutalidades de la fuerza pública cubiertas bajo el mando del Capitalismo Nietzschiano que más que metáfora de la existencia, parece hipérbole de una piedra que no es capaz de volar porque le hace falta el impulso...sí, el impulso de la mano.

Tomó su tinto mañanero, cargado de unas cuantas aspirinas y algo más que un cuarto de Manuelita -azúcar, claro está-, días atrás la había tomado desnuda hasta convertirla en su orquídea flameante, aún así, no conseguía tan alto grado de éxtasis y excitación, como anhelaba. Su decisión fue simple, una patada en la entre pierna y un vuelo libre desde el edificio treinta y dos del World Trade Center Bogotano...sirenas y el caótico morbo de los humanos se acercó a inspeccionar el cádaver ¿Por qué diablos no la recogían? simple: reconocimiento del cuerpo, inspección, análisis, trámite, extradición, papeleos y dinámicas de antaño, exilio...olvido. -Mejor para él o para mí, nadie daría con nuestro paradero...

- Bueno, cálmate..no quiero más-, era lo único que se escuchaba, y como "al que no quiere caldo se le dan dos tazas..."...su segunda fue su muerte.

Ayer no fue un buen día, mi primer muerta y yo sigo campante, esperando la llegada de la próxima..¡papi!, venga, con todo lo que quiera y por solo diez mil....OK, -ya encontré a la segunda-, si mi pago incluye tu defunción, todo está bien....

(Finalmente, no supe quién escribió)...